¿Qué curioso no? Un ingrediente culinario tan importante en nuestra cocina puede simbolizar la unión y el fortalecimiento del matrimonio. Así es, tal cual como es indispensable para nuestras comidas, se presenta como un elemento para el pacto de amor; el antiguo testamento nos presenta este ritual como un vínculo entre los esposos que no se podrá deshacer: la ceremonia de la sal.
A continuación, te invitamos a conocer todo sobre esta significativa ceremonia ¡No te vayas!
La ceremonia de arena tiene mucho vínculo con la ceremonia de la sal, sin embargo, tiene un valor muy peculiar. Según los tiempos bíblicos, la sal tiene un gran significado, y se trata de conexión íntima como una ofrenda o compromiso personal.
Entonces, Jesús dijo:
«Todas las ofrendas de lo que es santo, que los Israelitas ofrezcan al SEÑOR, las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción perpetua; es un pacto permanente delante del SEÑOR para ti y para tu descendencia contigo.»
Por ello, la ceremonia de la sal es sinónimo de garantía como una promesa de fidelidad de ambos y sobre todo a Dios.
Los complementos para la ceremonia:
● Dos frascos pequeños preferiblemente de igual tamaño
● Uno más grande con un estilo de capucha o tapón
● Sal (nuestra anfitriona)
● Un plato o bandeja
● Cinta fina (Color a gusto)
Es indispensable planificar el momento del ritual, bien sea durante la ceremonia
o antes de los votos, también a mitad de la ceremonia o al final.
Es la hora, ¡sí!, Sazonemos la unión
Deben llenarse los frascos en iguales medidas, por supuesto, antes del acto. La cinta debe ir amarrada casi en la boquilla, como símbolo de unión. Se puede integrar una mesa con ambos recipientes con sal y cerca del altar se colocará el frasco más grande. En el momento, cada uno tendrá su frasco y pueden mencionar el anterior pasaje bíblico.
Mientras se citan esas hermosas palabras, los novios pueden verter la sal simultáneamente en el frasco grande. Al cabo, cuando esté lleno, se debe sellar y colocar en la zona más importante de la recepción.
Tradición irlandesa
Es opcional, pues los irlandeses acostumbran a añadir un poco de color a los granos de sal. También, consideran que adornar los tres frascos como simbología de buena suerte, como lo es el trébol, que puede significar enlace y prosperidad.
Sería ideal agregar más espiritualidad, es necesario, encender velitas aromáticas por todo el lugar, asimismo añadir en los centros de mesa un cofrecito o recipiente con algunos granitos de sal. No hay problema que se agregue color, de igual forma la sal es pura como el amor de los novios. La idea es que los invitados se lleven un lindo recuerdo de esta unión y se establezca familiaridad.
A diferencia de otras personas que desean conservar la sal incolora. Es decisión de cada matrimonio, como sea el ritual es un acto para Dios y él no ve diferencias.
Y lo que no se puede olvidar… al culminar el festejo, debe llevarse el frasco a su nuevo hogar, puede colocarse en la sala, comedor o habitación; donde se sienta más el calor y amor. Este símbolo llenará el espacio de bendición.
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