
El hermano mayor de la novia toma la palabra:
Queridos todos. Me cuesta encontrar las palabras, pero, como conozco a la novia desde que era pequeña, creo que me entenderán.
Como hermano mayor que soy, me parece que fue ayer cuando mi hermanita pequeña me seguía por la casa para que jugara con ella, cuando quería que le dejara mis playmobil y cuando jugábamos a inventar aventuras con ellos, o se enfadaba conmigo si no le hacía caso… y hoy está aquí, vestida como una de sus muñecas de la infancia y convertida ya en esposa de (nombre del novio). Ayer, pensando en todo esto, se me aparecían aquellas imágenes del pasado como si fuera una película de esas antiguas y me dio un poco de pena y a la vez felicidad; pena porque te echaré de menos, echaré de menos los buenos momentos y también las peleas que a veces tenemos por ver quién de los dos entra primero al baño, en fin, todas esas cosas importantes que a veces ocurren en casa…, y felicidad porque tu felicidad es también la mía, hermanita, y mereces ser feliz con el hombre que amas. No puedo estar mas orgulloso de ti en este momento. Además, como ahora ya estais casados y no estarás en casa, no tendré que pelear con nadie para comerme el último trozo de pastel de la nevera que sobró del domingo y podré entrar en el baño sin esperar horas.
A ti, (nombre de novio), solo puedo pedirte que cuides como hasta ahora lo has hecho a mi hermana, que siempre me tendrás como amigo, además de cuñado, y también advertirte que la próxima vez que juguemos a las cartas ya no me dejaré ganar… Bueno, bromas a parte, me siento muy feliz por ambos.
Os deseo el mejor de los éxitos en esta nueva etapa que hoy emprendéis.
¡Por vosotros de parte del hermano mayor! (levantando la copa).