¡Sorpresa! El novio toma la palabra sobre el altar

Discurso sorpresa

El novio quiere dar una sorpresa a su amada: ha pedido permiso al cura para leer justo antes del «sí, quiero».

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Un discurso de sorpresa

Hola a todos, familiares y amigos,

En primer lugar, muchas gracias por compartir este día con Clara y conmigo. Como sabéis, llevamos más de quince años juntos, y este paso que damos hoy, el de formalizar nuestro amor, no es sino una manera de demostrar (al mundo y a nosotros mismos) que desde que nos conocimos en Denia nuestra relación ha ido fortaleciéndose conforme avanzaba, yendo siempre a mejor. Dicho de otra manera: el día de hoy es otra forma más de consolidar el afecto, la admiración y el respeto que nos profesamos mutuamente. Por este motivo quería darte una sorpresa.

Nuestra hija

Digo “otra forma” porque la mejor muestra de lo que significa nuestra relación es nuestra hija, Valentina. Mientras la vemos crecer, nos contagia la felicidad y energía que irradia, y de este modo vamos creciendo y aprendiendo los tres. Hoy, además de nuestro matrimonio, celebramos que Valentina cumple seis años, así que la alegría es doble.

Como en toda relación, en la nuestra también ha habido momentos difíciles, bien por causas ajenas a nosotros, bien debido a los pormenores que entraña la convivencia. Estoy muy orgulloso de cómo hemos sabido manejar y solventar esos momentos menos agradables. Y, precisamente de ello, extraigo una conclusión muy gratificante: Clara y yo nos complementamos a la perfección. Si ella se muestra indecisa soy yo el que tira hacia adelante. Y, del mismo modo, su cariño y su alegría hacen que todo sea más fácil cuando a mí me fallan los ánimos.

La gasolina

Buena muestra de ello fue, por ejemplo, aquella aventura de fin de semana en Oporto, en la que nos quedamos sin dinero para gasolina. Entre los dos logramos recolectar diez euros y así pudimos continuar con el viaje.

Clara es la persona más maravillosa conozco y por la que siento algo que nadie más me hace sentir. Espero que ella sienta lo mismo (o algo muy parecido), que sigamos respetándonos, amándonos y creciendo juntos. De este modo, venga lo que venga, podremos hacerle frente sin problemas.

Por mi parte, solo me queda prometer seguir haciéndolo lo mejor posible, como padre y como esposo. Prometo moverme como un ninja por las mañanas, intentando hacer el mínimo ruido posible para no despertarla. Eso sí, despierta o dormida, voy a continuar dándole un beso antes de marcharme a trabajar.

Os quiero y os querré infinitamente a las dos. Gracias.

Imagen via Pixabay

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